En los últimos años, ha habido un aumento significativo en la demanda de productos alimenticios ecológicos y de kilómetro 0. Este fenómeno responde a una creciente conciencia ambiental y preocupación por la sostenibilidad en la producción de alimentos.
Los productos ecológicos se caracterizan por ser cultivados sin el uso de pesticidas o fertilizantes sintéticos, lo que los hace más amigables con el medio ambiente y la salud humana. Además, suelen estar certificados por organismos reguladores que garantizan su origen y calidad.
Por otro lado, los productos de kilómetro 0 se refieren a aquellos alimentos que son producidos y consumidos en la misma región geográfica, reduciendo así la huella de carbono asociada con su transporte. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también promueve la economía local y fortalece los lazos entre productores y consumidores.
En muchos lugares, los consumidores están optando cada vez más por comprar productos frescos y de temporada, directamente de agricultores locales o a través de mercados de agricultores. Esta tendencia no solo promueve prácticas agrícolas más sostenibles, sino que también fomenta una alimentación más saludable y variada.
En resumen, el crecimiento de los productos ecológicos y de kilómetro 0 en la alimentación refleja un cambio hacia un estilo de vida más consciente y responsable, tanto con el medio ambiente como con la salud personal y comunitaria.